La Sirenita

Hoy 14 de Octubre, la sirena Catuxa asistió a su primera clase de natación para bebés.

La primera dificultad fue conseguir que no se quitase el gorro de baño, pero enseguida se distrajo con los demás niños nadadores y dejó de intentarlo.

El agua de la piscina no está demasiado caliente, así que, aunque ya nos habíamos remojado en las duchas, fuimos entrando con cautela para que no notase un cambio demasiado brusco. Pronto nos mezclamos con otros padres e hijos en idéntica situación y Belén, la monitora, pasó lista: Ignacio, Marta, María, Xiana, Catuxa.... estamos todos, podemos empezar.

Lo primero, colocarles la burbuja a la espalda y después mover sus piernecitas arriba y abajo, izquierda y derecha, llevarlos de las manos o por la espalda para que floten, hacer la fuentecita para que aprendan a no tragar el agua etc...., todo muy divertido, muchas risas y chapoteos. Pero, llegó el momento crítico, el siguiente ejercicio consistia en sumergir a los peques bajo el agua, cabeza incluida. Menos mal que era la parte final de la clase, por que a partir de ahí, los mas chiquitines se agarraron a sus mayores y no había forma de soltarlos, eso sí, Catuxita amenizaba la clase con sus famosos lloros silenciosos, esos que te perforan el tímpano. Así que los últimos cinco minutos de clase fueron un monólogo de gritos, lloros, lágrimas y demás, que no cesaron hasta que salimos de la piscina.

Agotador para las dos, pero espero que el próximo sábado empieces a perder el miedo y a disfrutar del agua, sirenita.

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